De pronto estabas allí. Nos encontramos, nos conocíamos. Éramos tú y yo. Te pude abrazar. Te pude hablar. Escuchar tu voz. Éramos tú y yo. Platicamos, reímos, bailamos, jugamos, fuimos felices. Éramos amigos. Entonces… Desperté.
Juro que eres un milagro.
Uy!!! Que cosita tan hermosa!!! Que bonito esto que escribiste.
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