miércoles

Sinfonía de la destrucción.

Mi querida Lonelin. Así es, así ha sido, durante un poco más de cinco años. A mi lado, a donde quiera que vaya. Al despertar, al caminar. Al sentir su dulce veneno recorrer mis venas y contaminar mi ser. Al mirar a la luna y ver reflejado su rostro en el estanque. Veo mis ojos, negros y vacíos como ella en sí, mi corazón se detiene, palpita y susurra. En las noches me arrulla mientras invade mis pensamientos. Puede estar conmigo hasta la próxima cita, hasta que el amor comience, o puede quedarse toda la vida. Y sonríe. Pero desaparece en la oscuridad de mi cuarto, en el silencio de mi alma. La única fiel, sin herirme, pero desesperante en los tiempos que caminan, en las películas que corren, en las canciones que viajan. En el frío. Amada Lonelin. Mí querida Lonelin. Me he acostumbrado a ti. Sé que estarás conmigo aún después del fin, y de nuevo al comienzo. Mí Lonelin. Mí querida Loneliness….

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