martes

Cigarra

Las palabras se confundieron con los besos dados. El mar salado de tus ojos grises. Dame una ilusión y un tesoro preciado. Un corte en el arco iris. Una noche manchada de almas extrañas. Entre mis brazos aun quedan restos de tu calor. De tus destellos. En mis manos quedan las huellas de tus sueños. Sobre el buró aun conservo viva la caligrafía de tu pluma. Texto brillante como una luciérnaga juguetona. Afuera, en mi ventana, la lluvia toca su sinfonía aquarelada. Sus fríos labios besan mi cara y lavan las culpas de un alma atormentada por los recuerdos. Miradas en silencio.

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