El auto seguía su andar mientras el cielo nos miraba con sus miles de ojos...atentos...la oscuridad se cubrió de plata...y un mar de asfalto nos faltaba por cruzar para llegar a casa... Susurros distantes y memorias de una vida pasada que se proyectaba de forma intangible pero visible en forma y sonido, diálogos con personajes de los cuales perdí contacto hace más de una década...Los fonogramas llenaban el cuarto...la triste melodía de fondo indicaba la llegada del alba y su consecuente adiós...buena suerte ruiseñor...el canto del colibrí...en mi buzón una carta que indica un destinatario pero no un remitente...abre los ojos...las letras forman palabras, las palabras frases...y las frases dan forma a los párrafos que no entiendo por más que intento. Su leguaje me es conocido...no es música, tampoco viento…Vino tinto de Almaraz, un cigarrillo, una pluma y un tintero...de pronto tomo una hoja y escribo... ¿como sabré que es para quien es? -no te preocupes- susurra la luna -estás redactando con tinta de amor-